La Sagrada Familia cuenta con 36 columnas necesarias para sostener el templo y dotarlo de la altura interior, tan imponente, que produce un sobrecogimiento especial a todo aquel que tiene la suerte de poder contemplarlo. Y al igual que todos y cada uno de los elementos que componen la basílica, las columnas están pensadas hasta en el más mínimo detalle y tienen su simbolismo particular.
Continuando con su inspiración en la naturaleza, Gaudí imagina las columnas como árboles que se elevan de la tierra hasta el cielo y las dota de un simbolismo especial a cada una de ellas, reflejándolo en cada uno de los faroles que soportan. Los cuatro pilares del crucero, están dedicados a los Evangelistas, 12 columnas a los apóstoles, 4 a los obispados catalanes, 5 a los cinco continentes y las restantes 15, a las diferentes archidiócesis repartidas por las ciudades españolas.
Para continuar con una proporción perfecta, plantea 4 alturas diferentes, que van desde los 24 hasta los 12 m, escalonadas cada 4 m en función de su importancia estructural. Pero… Queda lo más importante: Su diseño.
Y para seguir sorprendiéndonos, Gaudí no podía caer en la vulgaridad de dotar a las columnas de la Sagrada Familia de un diseño normal, no, tuvo que inventarse una genialidad geométrica. Y el resto de la humanidad nos hemos tenido que conformar con intentar poner un nombre adecuado: Las columnas de doble giro.
Las columnas de doble giro
Gaudí llegó a esta solución de un modo totalmente empírico y sustentándose en algo que ya existía, pero las columnas de la Sagrada Familia tenían que tener algo novedoso, algo genial, algo que fuera único y eso fue lo que hizo, y gracias a ello, podemos contemplarlo hoy en día.
Si las observamos con atención, podremos entender cómo han sido diseñadas las columnas de doble giro. Para ello, imaginemos un cilindro perfecto de yeso y una chapa de madera con un agujero central en forma de estrella, con sus puntas redondeadas. Si introducimos la chapa sobre el cilindro y la deslizamos verticalmente hacia abajo, el resultado es que el cilindro queda marcado con estrías verticales.
Pero, si la introducimos girando a medida que va descendiendo, el resultado es similar a una columna salomónica, con estrías helicoidales. Y para imprimir el toque gaudiniano, se le ocurrió realizar un segundo giro al contrario, formando así la columna de doble giro.
Aunque original, aún no era suficiente. Y para eso, cada una de las columnas de la Sagrada Familia tienen una base en forma de estrella y acaban con sección circular. Y para realizar estos cambios de transición, a medida que van creciendo se van estrechando, consiguiendo una fantástica sensación de esbeltez y elegancia.
El simbolismo en las columnas de la Sagrada Familia
Es sabido la importancia del simbolismo para Gaudí en todo lo que diseñaba. En este caso, realizando la transición entre las secciones de su base y de su finalización a través de movimientos helicoidales, el simbolismo en las columnas de la Sagrada Familia, está basado en la relación existente entre cielo y tierra.
Con respecto al doble giro, y teniendo en cuenta que algunas de las columnas están dedicadas a los santos de las diócesis de Cataluña, pueden simbolizar un descenso de los ángeles a la Tierra para buscar a los santos y llevarlos hasta el cielo.
La jerarquía de las columnas de la Sagrada Familia
Todas y cada una de las columnas de la Sagrada Familia están jerarquizadas en función de su importancia. Y esto se realiza debido a la importancia estructural que tienen, diferenciándose entre sí a través de las puntas de las estrellas en su base, de su altura, en su diámetro y por último, en el color que aportan los materiales con lo que están realizadas.
El primer lugar de esa jerarquía la constituyen las 4 columnas ubicadas en las esquinas del crucero, cuyo revestimiento es de pórfido granítico rojo. Su función es la de resistir la carga de la torre de Jesús y parte del peso de cada una de las torres de los Evangelistas. En su base, la sección es la de una estrella de 12 puntas, tienen una altura total de 24 m y su diámetro es de 2,10 m.
Las 8 siguientes, son las que soportan las torres de los Evangelistas y están situadas detrás de las anteriores, también en el crucero. Las estrellas de su base son de 10 puntas, su altura es de 20 m y tienen un diámetro de 1,75 m. Se encuentran revestidas en basalto, presentando el color negro característico de este material.
En el siguiente nivel de jerarquización, encontramos las columnas de la nave y del ábside. Su función es la de soportar el peso de la torre de la Virgen María y de las buhardillas y bóvedas de la nave central y parte de las cargas de las naves laterales. Sus estrellas son de 8 puntas, y tienen una altura de 16 m con un diámetro de 1,40 m. El material elegido en este caso es el granito, presentando colores grisáceos.
Por último, las menos importantes son las que separan las naves laterales de la central, y son las encargadas de recoger el peso de las canterías. Sus estrellas presentan 6 puntas, tienen 12 m de altura y un diámetro de 1,05 m. Están realizadas a base de piedra sedimentaria arenisca, presentando colores amarillentos.
Y para asimilar elementos de la naturaleza, las columnas de la Sagrada Familia van finalizando a modo de ramas de árboles, dando una imagen en su conjunto total de un bosque frondoso. De esta manera, cualquier visitante que admire el interior del templo, tendrá una sensación de paz interior y recogimiento, que es la necesaria para comunicarnos con nuestro Señor.